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viernes, febrero 16, 2024
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El narco paga policías

En Baja California Sur, hay policías que probadamente están operando del lado del narcotráfico. Fotografías y partes informativos oficiales publicados en esta edición lo prueban, mientras sus jefes los protegen. Desafortunadamente, para el gobierno del alcalde José Antonio Agúndez Montaño, con esto queda demostrada la corrupción sistemática y participación criminal de policías, subcomandantes y comandantes de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito municipal de Los Cabos. Los agentes no se conformaron con servir de informantes o brindar protección al crimen organizado. De la colusión e incapacidad, llegaron a la impunidad y al cinismo: cobrar por trabajar y atacar de una forma deliberada a la sociedad que presuntamente están obligados a proteger, por lo cual reciben un sueldo. Los policías pasaron de guardianes de la seguridad, a protectores del Cártel de Sinaloa, donde el responsable de operaciones en Baja California Sur, Dámaso López Núñez “Dámaso” o “Mini Licenciado”-según el último mapa criminal elaborado por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO)- tiene completamente controlada a la Policía, a través de los jefes criminales: *  Javier López Rivera o Javier Acosta López “El Javy” o “El Javier”, en San José del Cabo. * Víctor Vidal “El Víctor” o “El Vidal”, Abraham Cervantes Escareaga “El Babay”, y Mireya Gastélum Bojórquez o Suger Mariela Gastélum Borjórquez, en Cabo San Lucas. Las pruebas más contundentes en manos de la SEIDO son un juego fotográfico, audios, videos y partes informativos oficiales, en los que subcomandantes, comandantes y hasta directores, ordenaron a sus subalternos liberar a vendedores de droga, cuando éstos habían sido capturados en posesión de narcóticos en San José del Cabo y Cabo San Lucas. La denuncia, recibida de manera anónima a principios de enero en la Procuraduría General de la República (PGR), fue recibida y analizada, y de inmediato se dio vista a la SEIDO sobre la red de corrupción que opera dentro de la Policía Municipal del principal destino turístico de Baja California Sur. Entre las gráficas, y según parte del material en poder de la Subprocuraduría, aparece el comandante del Sector Uno, José Alberto Cota Ojeda, recibiendo el pago de la cuota de protección de parte de un narcomenudista de la banda de “El Javier”, identificado como “El Tonelada”. La secuencia fotográfica muestra una patrulla de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos, y dentro, dos personas vestidas de civiles en el asiento trasero de la unidad oficial, identificados como presuntos narcomenudistas. Uno aparece agachado, con camisa de manga corta; el otro, de camisa a rayas y gorra, volteando hacia fuera. En la parte frontal, figura el jefe policiaco vestido con su uniforme oficial de color azul, arma de cargo, lámpara y esposas, colocadas sobre el cinturón de su pantalón. Cabello raso y con el logo de “Proximidad Social” en la manga del lado derecho, recibe de parte de “El Tonelada” un fajo de billetes de 100 y 500 pesos. El narcomenudista aparece en la secuencia fotográfica con cabello rapado, pantalón de mezclilla, camisa blanca con cuadros azules, y debajo, una playera color blanco. Porta dos teléfonos celulares del lado derecho. Los partes El comisario de la Policía Municipal de Los Cabos, Guillermo Marrón Rosas, fue duramente cuestionado desde su nombramiento por parte de la mayoría de los agentes. Graduado como licenciado en Derecho y especializado en Derecho Corporativo –según currículum vitae presentado por el propio titular-, carece de experiencia en el ramo policiaco. Entre los cargos que ha ocupado a lo largo de su vida destacan: * Gerente de piso de la cafetería Café del Mundo, S.A. de R.L. de C.V. * Jefe del Departamento de Recursos Humanos del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Los Cabos (OOMSAPAS). * Subdirector y director del Registro Público de la Propiedad y del Comercio de Los Cabos. * Contralor Municipal de Los Cabos. * Secretario general del Ayuntamiento de Los Cabos. Quizá por eso, de acuerdo a la denuncia anónima en la SEIDO, “la mayoría de los agentes están complemente fuera control y operan para la maña”. La denuncia anónima en manos de la Subprocuraduría, recopila partes informativos desde 2010 hasta 2013, entregados como pruebas con nombres y firmas de quienes en ese momento capturaron a narcomenudistas, donde claramente se exponen los vínculos criminales de policías y delincuentes. Uno de ellos, fechado el 24 de octubre de 2012, donde dos agentes relatan que el  día 19 del mismo mes, encontrándose de servicio y en recorrido en la colonia El Arenal de Cabo San Lucas, “tuvimos a la vista un vehículo de color oro sin placas y sin permiso provisional de la marca Maxima, al cual le marcamos parada, y al acercarnos, observamos que el conductor tenía un billete de cien pesos en la mano izquierda; cuando preguntamos qué hacía sin placas y a qué se dedicaba, contestó: ‘Ustedes ya saben a qué me dedicó, y si no, vendo droga. Mi patrón es ‘El Babay’, él dice que nomás les demos 100 pesos porque ése es el arreglo’”. El parte informativo describe: “Cuando preguntamos su nombre, contestó que le apodaban ‘San Judas Tadeo’, por tal motivo, solicitamos se bajara del auto, porque íbamos a hacer una revisión, advirtiéndole que si traía droga, iba a ser detenido, por lo que tomó su teléfono y llamó inmediatamente a su jefe, acusándonos de que lo teníamos detenido y que lo estábamos revisando, por lo que colgó y dijo que ahorita su jefe iba a llamar al comandante de la delegación. “Efectivamente, nos llamó el comandante del Sector Uno y acudimos de inmediato, encontrándose en el sitio el jefe de grupo, diciéndonos que había hablado el comandante Martín, y ordenó dejar en paz a la persona del vehículo, bajándonos de la unidad, y posteriormente subiéndose”. En el parte informativo, bajo el número de folio S1/SJC/016/MAR/2013, donde cuatro agentes relataron la captura de las siguientes personas, aparecen: * Emilio Alberto Falcón Valles “El Pachi”. * Cristian Orlando Castro “El Polen”. * Carlos Mendoza Rodríguez “El Changuis”. * Jesús Castro Ceseña “El Cochi”. * Miguel Rosales Solís “El Güero”. * Eleazar Rodríguez Bracamontes “El Chai”. * Valentín Leyva Palomares “El Valentín”. * Alonso Uraga Romero “El Alonso”. * Jesús Guillins Collins “El Tito”. * Carlos Manuel Jáuregui Frías “El Gordo”. * Luis Antonio Ochoa Valdés “El Toro”. * Pedro Ulises Valderrama Ramos “El Ulises”. * Uriel Silva Cielo “El Silva”. Los sujetos, de entre 22 y 29 años de edad, en su mayoría originarios de Sonora, Sinaloa y Guerrero, golpeaban brutalmente -aproximadamente a las 3:30 pm del 16 de marzo de 2013 – a una persona en la playa de “El Tule”. La víctima sangraba del ojo izquierdo, y según el parte,  era auxiliada por un grupo de amigos que llamaban por celular a otras personas: “Vénganse para acá y traigan con qué partirles la madre a éstos…”. Cuando llegaron los primeros agentes, el agredido dijo: “El pelón que esta allá me golpeó, y es el que está a cargo de la venta de droga de Cabo San Lucas, como le dieron la plaza, se cree muy chingón”. Los agentes de inmediato solicitaron el apoyo de más unidades, llegando de Cabo San Lucas las siguientes: DST-283, DST-791, DST-846 y DST-796”. De San José del Cabo, arribaron las patrullas DST-252, DST-747, DST-793 y DST845. Cuando todos los agentes estaban concentrados en la playa, los cuatro policías pretendieron arrestar a los agresores, pero “el comandante del Sector Uno, José Alberto Cota Ojeda -el de la fotografía- y los subcomandantes Manuel Díaz, Martín Espinoza Albañez y Marcelo Cota Cota, no actuaron; observamos que fueron y saludaron al jefe de la plaza y los agresores de mano, y procedieron a dejar sin efecto la detención, algunos de los cuales se retiraron del lugar por sus propios medios”. Sin embargo, repentinamente llegó el comandante de guardia, Celso Lázaro Pérez, quien ordenó detener a todos los que quedaban, por lo que fueron capturados y llevados a barandilla. Por este caso, la Contraloría municipal de Los Cabos abrió una investigación por el caso de la playa “El Tule”, a solicitud del secretario técnico de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos, Luis Ángel González Rubio Rivera, donde todos los agentes implicados fueron citados a rendir declaración y, hasta el cierre de esta edición, no se había emitido un dictamen.   Las amenazas La mayoría de los agentes policiacos no solo son sujetos de presión por parte de jefes policiacos vinculados con criminales. Algunos de ellos tienen amenazas de muerte por haber participado en la captura de narcomenudistas vinculados a la banda de “El Javier”. De acuerdo a un parte informativo firmado por once agentes de la Municipal, el sobrino de “El Javier” declaró que iban a “valer verga, porque no sabíamos con quién nos habíamos metido, cuando lo detuvimos en posesión de droga y se identificó como Alberto López Armenta”. De igual manera, el parte informativo refiere: “Cuando hacíamos recorrido de vigilancia por la colonia Invi, en Las Veredas, al circular por la calle Esperanza esquina Avenida del Mar, tuvimos a la vista un vehículo color gris, marca Jeep, línea Grand Cherokee, tipo vagoneta con vidrios completamente polarizados, mismo que se desplazaba a una velocidad inmoderada por la calle Avenida del Mar, motivo por el cual procedimos a marcar el alto con códigos y sirena encendidos, haciendo caso omiso, iniciando una persecución de aproximadamente dos cuadras, donde detuvo la marcha el vehículo; procediendo a descender de la unidad para dialogar con el conductor, observando que era tripulado por una sola persona del sexo masculino y en actitud nerviosa, solicitando que bajara del vehículo para realizar una revisión corporal y dentro del vehículo”. Los agentes encontraron “una bolsa de plástico color negro, que en su interior contenía diversos envoltorios de droga, asegurando 33 bolsitas confeccionadas en material de plástico transparente y dentro cocaína; 36 bolsitas confeccionadas, y en su interior ‘cristal’, y dos bolsitas confeccionadas, en su interior marihuana; y dos bolsitas confeccionadas, y en su interior, una sustancia conocida como cocaína base”. El parte informativo relata que la persona detenida dijo llamarse Alberto López Armenta, de 21 años, originario de Culiacán, Sinaloa, con domicilio en las calles Forjadores y Fernando Burgoin, Colonia El Zacatal, manifestando ser vendedor de droga y trabajar para una persona llamada “Javier López”, además de ser sobrino de éste. Que la droga que traía consigo, era para su venta. “Nos dijo que no podíamos hacerle nada, ya que estaban pagando piso a una persona apodada ‘El Viejón’, ‘El Grande’ y ‘El Güero’, por lo que procedimos a su detención, poniéndolo a disposición de la autoridad competente”, transcribieron en el informe. Los agentes procedían a levantar el informe cuando recibieron una llamada del comandante José Alberto Cota Ojeda, comunicando que a la persona detenida “la pusiéramos a disposición por únicamente siete envoltorios por órdenes del director. Obviamente nos negamos, pero fuimos presionados para que accediéramos, porque dicha persona lanzó amenazas a los suscritos y a nuestras familias, temiendo por la integridad, procediendo a poner en libertad a dicha persona, no sin antes tomar un set fotográfico como prueba de lo sucedido. “Hacemos mención que cuando estábamos platicando con el detenido, se presentó el comandante Martín Burgoin Olachea, el cual no descendió de la unidad porque hablaba por teléfono, observando todos los movimientos que hacíamos, desconociendo con quién platicaba. Posteriormente, cuando el detenido se retiró, nos manifestó que íbamos a valer verga porque no sabíamos con quién nos habíamos metido, que él se iba a encargar de desaparecer el grupo, amenazándonos de muerte a todos los elementos, porque al cabo ya estaba todo arreglado, pasando por el lugar un vehículo color negro, marca Ford, tipo Lobo, vidrios polarizados, tomando fotografías. Posteriormente se escucharon detonaciones de arma de fuego afuera de la dirección”. Finalmente, el narcomenudista no fue consignado, y se le dejó en libertad.   Los sobornos Según la denuncia anónima en manos de la SEIDO, el Cártel de Sinaloa, a través de los líderes criminales de Los Cabos, paga semanalmente las siguientes cuotas de protección: * 25 mil pesos a Flavio Amador Hernández, director operativo de la Policía Municipal. * 8 mil pesos al comandante del Sector Uno y Sector Tres en San José del Cabo, y al comandante de la Policía Turística en Cabo San Lucas. * 6 mil pesos al comandante del Sector 2 de San José del Cabo, e igual cantidad al comandante del Sector 4, Elvis Fregoso Sosa, quien dicho sea de paso, es hermano del ex jefe de plaza de Comondú, Noé Fregoso Sosa “El Hitler”. De acuerdo a la denuncia bajo investigación federal, la Municipal de Los Cabos percibió 60 mil pesos para celebrar -el 22 de diciembre de 2013- el Día del Policía, mientras que en noviembre, la mayoría de los subcomandantes y comandantes vinculados con el crimen organizado, estuvieron en la fiesta de un capo en el poblado de Caduaño, en Cabo San Lucas, donde se presentó el dúo musical mexicano Miguel y Miguel, originario de Angostura, Sinaloa. Por último, en base a la declaración de un agente de la SEIDO, lo anterior “ya está bajo investigación”.  


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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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