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viernes, febrero 23, 2024
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Al mejor postor, la riqueza del país

“Una decisión de gángsters”, lamenta Bartlett Acusados por los opositores de la Reforma Energética, de traidores, bandidos y mentirosos, Enrique Peña Nieto y los impulsores de la misma, sostuvieron una coartada repetida hasta el cansancio: “El petróleo seguirá siendo de los mexicanos”. Al parecer eso honra a la verdad. Después del análisis entre especialistas y legisladores, a aquella frase únicamente le faltaría agregar una precisión: el petróleo seguirá siendo de los mexicanos, siempre y cuando esté en el subsuelo de la patria; luego de la aprobación de la reforma, en cuanto el petróleo sea extraído de la tierra, podrá ser apropiado por las empresas y los intereses extranjeros. Con la aprobación de la modificación de 3 artículos de la Constitución Mexicana (25, 27 y 28), el país pierde la exclusividad del manejo en la riqueza petrolera. Una condición nacional identificada con pensamiento del porfiriato y los tiempos de la pre-revolución mexicana. El Artículo 27 constitucional establecía, antes de esta reforma, que corresponde a la Nación el dominio y explotación de todos los recursos naturales, entre ellos petróleo, y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos. El senador Manuel Camacho Solís explica en entrevista con ZETA: “Es una reforma que cambia la naturaleza del Estado, el artículo más importante de la Constitución de 1917 era el Artículo 27, así lo señaló quien más influyó en la Constitución y en su redacción, Andrés Molina. Con la reforma que inició el Presidente Peña, realmente se rompe el pacto social de la izquierda y las fuerzas armadas de la Revolución. Históricamente esa Constitución fue la que pacificó a México”. La reforma de Peña sencillamente sitúa al país y a su Constitución, un paso atrás del decreto de expropiación petrolera de 1938 (a 75 años del acontecimiento cardenista), cuando a 17 empresas petroleras instaladas en territorio mexicano, se les quitó el poder para explotar el entonces bien bautizado “oro negro”. En conclusión, la iniciativa de reforma enviada por Peña Nieto e impulsada y aprobada por la fracción parlamentaria de su partido y la de Acción Nacional, abre la puerta para que empresas extranjeras mantengan contratos, concesiones en la explotación y extracción del petróleo. Consecuencias y socorros Camacho señala: “Es una decisión muy grave, de enormes consecuencias que todavía son muy difíciles de anticipar en este momento, hasta dónde llegarán, pero que ciertamente, se está jugando con fuego porque estás entregando uno de los pilares del Estado”. El dato duro abre la discusión. PEMEX aporta 4 de cada 10 pesos del presupuesto federal, es la empresa con mayores ingresos en el país. Manuel Bartlett Díaz, ex secretario de Hacienda, analiza para ZETA: “Si entran otras empresas a explotar el petróleo, tienes que dividir la renta petrolera, no hay de otra,  y así se abrirá un hoyo fiscal enorme”. Para especialistas en el tema, el gobierno de Peña compensará la entrega petrolera y la pérdida de esa riqueza con mayores impuestos (hacen referencia a la Reforma Fiscal y la homologación del IVA), así como con el mayor endeudamiento. Únicamente para sostener el gasto corriente de una burocracia cada vez más cara. Jaime Cárdenas García, doctor en Derecho, tiene un panorama desalentador en la modificación energética. Lo expresa en entrevista: “Yo no veo ningún beneficio porque es una reforma para que los grandes empresarios del petróleo y la electricidad hagan negocio. Es una reforma para los ricos, en México, desde hace algunos años hemos vivido una revolución, pero no de los pobres, sino de los ricos. Todas las reformas se hacen para beneficiar a ellos”. Manuel Camacho Solís fue colaborador cercano de Carlos Salinas de Gortari, el Presidente que introdujo mayormente el modelo privatizador en el país. Su experiencia razona sobre la participación de las empresas trasnacionales: “Todo lo que han hecho está para establecer privilegios para las empresas -comenta el ex aspirante a la Presidencia de México-, está todo hecho para que pueda haber una situación de ventaja de los empresarios extranjeros sobre empresarios nacionales y de las empresas extranjeras sobre el resto de los ciudadanos y las comunidades”. La tierra prometida Uno de los principales operadores de la reforma aprobada es David Penchyna Graub, senador priista y presidente de la Comisión de Energía. De entrada, argumenta: “Este sistema energético está agotado”. Justifica la inserción de la Iniciativa Privada en el sector enérgico, “para que la transparencia y el combate a la corrupción se aplique a través de la competencia”. El oriundo de Hidalgo y afín del ex gobernador de ese estado y ahora secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong,  enumera la promesa: “más inversión y creación de empleo, un relanzamiento sobre sólidas bases para dejar de una vez y para siempre la pobreza extrema de un enorme porcentaje de mexicanos en la desesperanza, un porvenir de educación con calidad que merecen los niños y los jóvenes, una tercera edad sin distingos sociales con seguro de salud y pensiones; un campo próspero y refundaron del proyecto industrial del país. La apertura energética es la llave de ese país próspero y nuevo que describo”. El nivel de argumentación en el lado de Acción Nacional, en voz de Jorge Luis Lavalle, quien presentó el posicionamiento del Partido Acción Nacional en el pleno del Senado: “Primero porque incorpora la visión que ha defendido mi partido a lo largo de su historia”. Luego aterriza: “Más importante porque representa un modelo que nos permite  trasformar nuestro sector con instituciones más fuertes, con mayor competencia y eficiencia”. Para el senador, el que los contratos estén en manos de empresas extranjeras le hace creer que se combatirá la corrupción: “Los contratos y asignaciones se darán de manera transparente, y con un árbitro que no dependa de las decisiones de una persona”. Lavalle arremete contra la aportación que hace Petróleos mexicanos al gasto del gobierno: “No podemos seguir permitiendo que la riqueza petrolera se vaya al presupuesto mexicano, todos los años se va a los egresos de la Federación. Es la reforma más soberana de país para el beneficio de los mexicanos, generando empleo, crecimiento económico, seguridad energética para las próximas generaciones y el cuidado del medio ambiente La globalización exige cambios audaces con justicia y con equidad, el actual monopolio energético es igual a energéticos más caros, a una industria limitada, a corrupción a ineficiencia”. El nuevo país Jaime Cárdenas, académico e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y asesor parlamentario, se anima a predecir otro panorama, contrario a la propaganda oficial: “Toda la cadena de la industria petrolera y de la industria eléctrica podrá ser operada por extranjeros. Lo primero que verán, serán estaciones de gasolina, como en Estados Unidos, van a decir Chevron, Exxon, Shell; pero todo el proceso industrial, el transporte, el almacenamiento, los ductos, las refinerías, la petroquímica, todo podrá ser ocupado por estas empresas. Según Cárdenas, “veremos año con año, incremento de impuestos o incremento del endeudamiento del Estado mexicano, consecuencias fiscales, el fenómeno de las fluctuaciones de precio del gas, la electricidad, la gasolina y el diésel, posiblemente incremento de precios en estos productos”. Además, conflictos sociales no nada más por parte de los grupos que actualmente protestan la reforma, sino organizaciones sociales que protestarán cuando lleguen las empresas petroleras, se les entreguen bloques territoriales y entren en conflicto con los intereses de los grupos sociales ahí asentados. Hablando sobre la invasión de tierras, Camacho Solís recuerda que la reforma incluye el transitorio “donde se le dan privilegios a las empresas extranjeras que no tiene ningún mexicano, casi van a ser equivalentes a que fueran causa de utilidad pública, si ellos llegan y necesitan un terreno para hacer pozos de diésel o gas, no habrá recurso de un comunero o campesino que pueda oponerse a ese hecho; y eso, finalmente, es un negocio privado. Es una legalidad que protege de manera preferente a los extranjeros”. Adiós PEMEX La reforma aprobada por la Cámara de Senadores y Diputados no prevé la desaparición de PEMEX ni de la Comisión Federal de Electricidad. Más bien las paraestatales competirán con las empresas extrajeras. De hecho, en la exposición de motivos, se introduce el concepto de “ronda cero”, donde supuestamente las empresas del Estado tendrán preferencia en contratos de explotación energética. Esto quiere decir que PEMEX y CFE se limitarán a atender los contratos que estén -en el mejor de los casos- dentro de sus posibilidades y capacidades de infraestructura o presupuesto. El resto, al mejor postor. Jaime Cárdenas predice el ocaso: “Al competir, más o menos en igualdad de circunstancias con las grandes petroleras mundiales, PEMEX y CFE irán perdiendo importancia en la economía nacional, y posiblemente, en algunos años, desaparecerán”. De ahí, se desencadena que PEMEX ya no tendrá la relevancia en el mercado nacional. La consecuencia que los opositores consideran de vital preocupación: “El año pasado (PEMEX) contribuyó con más de un billón 252 mil millones de pesos al no tener esa relevancia y al tener un sistema fiscal similar al de las empresas trasnacionales que pagarán menos contribuciones que las que actualmente paga PEMEX, habrá un hoyo fiscal que tendrá que ser compensado por el Estado con más impuesto o con más endeudamiento”. Remata Cárdenas García: “Veremos año con año, incremento de impuestos o incremento del endeudamiento del Estado Mexicano, consecuencias fiscales, el fenómeno de las fluctuaciones de precio del gas, la electricidad, la gasolina y el diésel, posiblemente incremento de precios en estos productos”. El mito y la mentira Por ser repetida infinitamente, se ha convertido en una verdad que PEMEX está en decadencia y, como dice el senador panista Jorge Luis Lavalle Maury, el sector energético está agotado. Algunas notas al respecto obtenidas en los reportes de Petróleos Mexicanos. En 2011, PEMEX invirtió en la Bolsa Mexicana de Valores el doble de lo que destina América Móvil, la mayor empresa mexicana. PEMEX es punta en las empresas petroleras mundiales, tercer lugar como proveedor de Estados Unidos, solo por debajo de Arabia Saudita y Canadá. En América Latina y el mundo, según los informes de la paraestatal de 2011, se ubicaba en el lugar 13, con ingresos superiores a 125 mil 300 millones de dólares al año. Solo por debajo de Exxon Mobil, Walmart, Chevron, Conoco Phillips, General Motors, Petrobras, General Electric, Berkshire Hathaway, Fannie Mae, Ford Motors, Hewlett-Packard y AT&T. Desde 2008, PEMEX se ha mantenido en el cuarto lugar mundial como productor de crudo. En 2011 obtuvo ingresos por 124 mil 180 millones de dólares, incluso la cifra supera la de 2010. De hecho, Petróleos Mexicanos ha tenido los menores costos de producción a comparación de la industria a nivel mundial. Por barril se estimó -en 2012- un costo de 6.12 dólares. Incluso por debajo de Total Fina (6.57 dólares), corporativo con presencia en más de 130 países; Statoil, con 7.19 dólares por barril; Exxon (9.45); Conoco (9.70); British Petroleum (10.08); Eni (10.86); Shell (11.0); Petrobras (12.89); además de Chevron (13.98 dólares por barril). Lo mismo en costos de explotación y desarrollo. PEMEX calculó 16.13 dólares por barril. Más costosos, la empresa estadounidense Chevron (21.47) y la estatal noruega Statoil (27.99 dólares por barril). Todo esto sin contar que Petróleos Mexicanos es el mayor contribuyente del país. Algunos interesados Diversos operadores políticos, actores que inciden en los partidos y los gobiernos, mantienen nexos con las petroleras interesadas en instalarse en México. Los casos sobresalientes, no por ser los únicos, son los de Jesús Reyes-Heroles y Pedro Aspe. Reyes-Heroles fue secretario de Energía (1995-1997) y, a pesar de ser un militante priista, apoyó públicamente la candidatura presidencial de Felipe Calderón, quien también propuso “abrir” el sector energético a empresas extranjeras; posteriormente Reyes-Heroles fue director general de PEMEX (2006-2009).   El político ahora es presidente de Structura, corporación relacionada que agrupa empresas dedicadas a proyectos de energía (como EnergA, que brinda servicios a empresas proveedoras de PEMEX). Igualmente, es miembro de los consejos ejecutivos de Deutsche Bank, un banco alemán que financia mundialmente proyectos de inversión. El ex director de PEMEX es también integrante de Consejo Consultivo de Energy Intelligence Group, despacho que encabeza la “industria enérgica global”, según su portal. Por su parte, Pedro Aspe ha sido maestro y socio de Luis Videgaray, actual secretario de Hacienda y hombre clave para la política de Enrique Peña Nieto. Según Manuel Bartlett, es y fue el “principal operador de la Reforma Energética”. Aspe fundó Protego (por cierto, despacho que refinanció a Carlos Bustamante la deuda de Tijuana), que a inicios de 2012, se convirtió en Evercore Partners, corporativo que adquirió acciones de la empresa Diavaz, conocida por haber firmado el primer contrato de extracción de petróleo en Veracruz. De hecho, a Evercore Partners fue parte del contrato que firmó PEMEX (junto con Santander) para la construcción de “Los Ramones” (sistema de gasoductos de mil 21 kilómetros de largo), con un costo de 3 mil 100 millones de dólares. El portal de internet de Protego y de Evercore manifiesta sus servicios al sector energético. Dice textualmente: “En el área de hidrocarburos, Evercore provee de asesoría financiera al sector privado en la estructuración, licitación y búsqueda de financiamiento de activos y contratos que apoyan las operaciones y servicios de PEMEX. Ha participado en roles clave para la estructuración y obtención de recursos para el desarrollo de grandes proyectos petroquímicos, infraestructura de transporte de energéticos e importación/exportación de hidrocarburos”. Manuel Bartlett aclara la relación y los intereses “ocultos”: “Videgaray es un operador de Pedro Aspe, después de ser secretario (de Hacienda) y establecer  relaciones  importantísimas con dinero norteamericano, con los grandes intereses norteamericanos”. En el PAN también se señala a senadores y militantes vinculados con empresas interesadas en la energía. Gustavo Madero fue fotografiado (la imagen circuló por la red) en un avión privado que presuntamente había sido prestado por la empresa Oceanografía al dirigente nacional del PAN. Esta firma, ha sido señalada como privilegiada con contratos de PEMEX en los gobiernos  panistas, gracias a los hermanos Bribiesca, hijos de la ex Primera Dama, Martha Sahagún. Con ganancias superiores a 3 mil millones de pesos (de 2002 a 2007) en contrato con PEMEX, según la versión de la empresa  expresada en un comunicado. De mayo a diciembre, la empresa obtuvo al menos cinco contratos multimillonarios (algunos por adjudicación directa) con PEMEX, entre ellas en noviembre, para dar mantenimiento a plataformas marinas por mil 130 millones de pesos. Petróleo es poder y soberanía En junio de 2012, en plena campaña electoral, The Wall Street Journal publicó posterior a unas entrevistas con integrantes de equipo del entonces candidato presidencial del PRI, que Enrique Peña Nieto acabaría con “el tabú del petróleo”. Así le llamó la prensa estadounidense a la prohibición a los extranjeros instaurada en el decreto de la expropiación petrolera.  Manuel Bartlett se detiene al respecto: “Peña y la derecha hablan que en México tiene este tabú, es una cuestión mito, lo ridiculizan para convertirlo en algo así mágico. Así, luego intentan neutralizar la lucha de la defensa del petróleo. Pero el petróleo -sigue el hoy senador- no tienen nada de tabú, tiene que ver con la soberanía, en la cuestión más material que pueda haber”. Bartlett alega que “los americanos tienen la misma visión de su dependencia del petróleo”, que en ellos no hay “tabú”: “La diferencia entre ellos y nosotros -aclara- es que ellos agarran el petróleo de donde pueden, se lo quitan a los demás, la vida de los Estados Unidos está vinculada en el dominio del petróleo en el mundo, porque el petróleo es poder, es energía, posibilidades de desarrollo. Es un principio de soberanía, sin duda alguna”. Bartlett se ha dedicado a la investigación y publicación de la Reforma Energética desde 2008. Es un conocedor en la materia. El senador parafrasea al General Lázaro Cárdenas: “Ya sacamos a los extranjeros de la explotación del petróleo, no debemos dejarlos entrar, porque sus intereses no serán nunca los intereses de México”. Incluso, para Bartlett representa una amenaza para la seguridad nacional: “Nuestras reservas son escasas, va a alentar a las empresas extranjeras, vienen a sacar petróleo. Van a saquear al país, no vendrán a cuidar el petróleo ni el ambiente, ni los intereses de nuestra nación; vienen a explotarlo y llevarlo a los estados Unidos”. Jaime Cárdenas coincide en el tema de soberanía nacional: “Esta reforma implica la pérdida de la soberanía energética. Un país que no tiene el control ni la administración total de sus recursos energéticos, es un país sin soberanía energética”. Por su parte, Camacho Solís colea la idea sobre las empresas extranjeras: “Son poderes que no solo tienen peso, sino que no respetan la Ley ni la legalidad de los países, no son ejemplos de transparencia ni de apego al Estado de Derecho”. Irreversible Una vez consumada la reforma y con ella el ingreso de las trasnacionales petroleras (según el dictamen entrará en vigor una vez publicada en el Diario Oficial de la Federación), las posibilidades a revertirlo se reducen casi a lo imposible. De entrada, tendría que haber un Presidente de la República progresista que lo impulse, y tener la configuración de Congreso en el mismo sentido. Sin embargo, existen otras dificultades, incluso legales. Cárdenas García, autor de diversas publicaciones, entre ellas algunas dedicadas al petróleo, indica cuáles serían las imposibilidades jurídicas: “El Tratado de Libre Comercio establece (Capítulo 11) que una vez que un sector que se mantenía reservado, se liberaliza, para poder revertir la reforma y volver a la reserva del Estado, necesitamos la autorización de Estados Unidos y Canadá. Vamos a pedirles permiso para regresar al estado que estamos ahora”. La operación gansteril La Reforma Energética se aprobó con velocidad furiosa. En cinco días, México ya tiene una modificación totalmente distinta a la conformación de su estructura. El domingo 8 de diciembre se elaboró el dictamen. Y el lunes 9, se votó y se aprobó. El martes 10 subió a pleno, el miércoles 11 por la madrugada se aprobó por los senadores del PRI y del PAN (excepto Ernesto Ruffo y Javier del Corral), del PVEM y del PANAL. El PRD, Movimiento Ciudadano y Partido del Trabajo presentaron 206 “reservas”, intentos por modificar el dictamen. Ninguna reserva se admitió, siquiera a discusión. El miércoles, en la Cámara de Diputados, se admitió, y ni siquiera pasó por Comisiones. Después de presentar cientos de reservas y una sesión de 24 horas ininterrumpidas, la reforma fue mayoriteada por el PAN, el PRI y sus partidos aliados. Bartlett califica el proceso legislativo como “ilegal”: “No hubo discusión, no hubo debate. Fue un acto pactado, no se terminó de aprobar el dictamen cuando lo llevan al pleno y nos encontramos en la madrugada sin darnos cuenta que metieron cambios, entonces, discutimos otro dictamen. Lo que discutimos, se alteró. Fue un desastre ilegal y arbitrario. Tuvimos una decisión de gángsters”. Cercados Gente sencilla, gente del pueblo, mujeres, señores, jóvenes, grupos de colonos, campesinos, todos se fueron acomodando desde la mañana del sábado 7 de diciembre, en un larguísimo cerco en torno a las calles aledañas al edificio del Senado de la República. Junto con ellos se apostaron también cientos de granaderos que permanecieron con los manifestantes durante los casi cinco días que duró el plantón ciudadano. El cerco había sido convocado por Andrés Manuel López Obrador, quien apenas iniciando la semana sufrió un infarto al miocardio, por lo que el equipo del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), encabezado por Martí Batres y Andrés Manuel hijo, fueron quienes tomaron la batuta. Dese la zona hotelera de Paseo de la Reforma hasta Antonio Caso, ladeaban hacia Lafarga y regresaba para cerrar el circuito ciudadano, todo el trayecto supervigilado en ese cerco que desde su arranque, se anunció sería pacifico, un movimiento civil contra la entonces pretensión de aprobar la Reforma Energética. De hecho en una esquina se cruzaba con el plantón de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), instalado en torno al Monumento a la Revolución a raíz de la aprobación de la Reforma Educativa, pero ellos, ya con semanas apostados en esa zona. Ahí estuvieron, gritando consignas, organizándose, en pláticas, frente a las mega pantallas que trasmitían la sesión en vivo, todos atentos y cuestionando, chiflando, mentando madres a los senadores panistas y priistas que hablaban a favor de la reforma. La consigna uniforme era “No a la entrega del petróleo”, y en ese afán sobresalía el ingenio ciudadano para cuestionar de muchas formas una sola medida, la Reforma Energética. Sobresalía la larga lista de imágenes de los senadores priistas y panistas que estaban a favor de la reforma. En algunas mantas eran todos los rostros de los políticos, en otras eran una a una, en una suerte de galería, “de traidores a la patria”, les llamaron. El tono de la protesta subía con la algidez de las discusiones en el Senado, desde las rechiflas hasta el incesante golpeteo en los muros metálicos instalados para evitar el acceso a las protestas ciudadanas. Por la noche y ante los prolongados recesos los manifestantes de MORENA -venidos desde las delegaciones de todo el DF, incluso de la zona conurbada-, ahí permanecieron los grupos de señoras, campesinos, colonos urbanos, estudiantes. A lo largo del cerco era incesante la actividad, desde el teatro popular de Enrique Cisneros, el llamado “Llanero Solitito”, hasta los trovadores urbanos, los compositores de coplas y versos. No faltaban quienes se entretenían con la proyección de películas del viejo cine mexicano. En esa parte de Paseo de la Reforma, la parte central quedó cerrada al tráfico al menos el fin de semana, se abrió el lunes 9 de diciembre, quedando bloqueada la vía norte – la local-, donde se instalaron carpas y más carpas contra la reforma. De hecho utilizaban el hotel Meliá como cruce furtivo, pero también la parte trasera como sanitario también furtivo, con la evidente molestia de los taxistas que habían sido desplazados a esa área. Pero los más desgastados por el cerco, evidentemente fueron los cerca de dos mil policías que durante los cinco días que duró el cerco, ahí tuvieron que estar. Curiosa la imagen de los granaderos en fila hacia el baño del Sanborns más cercano, o dormidos-despiertos, o arremolinados para comprar cualquier chatarra que espantara el hambre. Finalmente, la mañana del miércoles 11, así como llegaron empezaron a retirarse. Esa misma madrugada, senadores panistas y priistas habían votado y aprobado la Reforma Energética. (Sergio Haro Cordero)


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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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